Skip to main content
Boletín de Noticias

Los pájaros volverán también a Palestina | Boletín 31 (2024)

Mientras empeora la situación en Gaza, Netanyahu fue aplaudido por exigir más armas. En contraste, Beijing recibió a las facciones palestinas, abogando por unidad y paz.

Rula Halawani (Palestina), Untitled XII from the Negative Incursion series, [Sin título XII de la serie Incursión negativa] 2002.

Queridos amigos y amigas,

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.

El 26 de julio, altxs funcionarixs de las Naciones Unidas informaron al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la grave situación en Gaza. “Más de dos millones de personas en Gaza siguen atrapadas en una interminable pesadilla de muerte y destrucción a una escala abrumadora”, dijo la Comisionada General Adjunta del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), Antonia De Meo. Según los funcionarios de la ONU, en Gaza hay 625.000 niños atrapados, “con su futuro en riesgo”. La Organización Mundial de la Salud ha registrado “brotes de hepatitis A e incontables enfermedades prevenibles” y advierte de que es “sólo cuestión de tiempo” que se propague un brote de polio entre lxs niñxs. A principios de julio, una carta de tres científicos que trabajan en Canadá, Palestina y el Reino Unido, publicada en The Lancet, sugería que si se aplicaba una “estimación conservadora de cuatro muertes indirectas por cada muerte directa a las 37.396 muertes registradas, no resulta inverosímil calcular que hasta 186.000 o incluso más muertes podrían ser atribuibles al actual conflicto en Gaza”.

Dos días antes de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el 24 de julio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió a las dos cámaras del Congreso estadounidense. Dos meses antes de esta comparecencia, la Corte Penal Internacional (CPI) dijo tener “motivos razonables para creer” que Netanyahu tiene “responsabilidad penal por… crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”. Esta sentencia fue totalmente anulada por los representantes electos estadounidenses, que recibieron a Netanyahu como si fuera un héroe conquistador. El lenguaje de Netanyahu fue escalofriante: “dennos las herramientas más rápido y acabaremos el trabajo más rápido”. ¿Cuál es el “trabajo” que Netanyahu quiere que termine el ejército israelí? En enero, la Corte Internacional de Justicia informó de una “alegación plausible de actos genocidas” por parte del ejército israelí. Entonces, ¿el “trabajo” que Israel quiere completar es el genocidio del pueblo palestino, acelerado por el aumento del suministro de armas y financiación por parte de Estados Unidos?

Shurooq Amin (Kuwait), The Moving Dollhouse [La casa de muñecas en movimiento], 2016.

A pesar de la queja de Netanyahu respecto a que Estados Unidos no ha estado enviando suficientes armas, en abril el gobierno estadounidense aprobó la venta de cincuenta bombarderos F-15 a Israel, por un valor de 18.000 millones de dólares, y a principios de julio dijo que enviaría casi dos mil bombas de 500 libras para ser utilizadas en Gaza. Netanyahu quería más entonces, y quiere más ahora. Quiere “terminar el trabajo”. Este lenguaje genocida está santificado por el gobierno estadounidense, cuyos representantes acompañaron el llamamiento al asesinato masivo con una ovación.

En las afueras de los recintos del gobierno, decenas de miles de personas protestaron contra la visita de Netanyahu al Congreso. Forman parte del conjunto de jóvenes que han protagonizado un ciclo de protestas contra el genocidio israelí de palestinxs y contra el apoyo total del gobierno estadounidense a la violencia. Netanyahu llamó a los manifestantes “tontos útiles de Irán”, una extraña declaración hecha por un invitado extranjero sobre lxs ciudadanxs que estaban ejerciendo sus derechos democráticos en su propio país. La policía utilizó gas pimienta y otras formas de violencia para contener las protestas, pacíficas y justas.

Mientras Washington daba la bienvenida al acusado de criminal de guerra, Beijing recibía a representantes de 14 facciones palestinas que concurrieron para debatir sus diferencias y encontrar una forma de construir la unidad política contra el genocidio y la colonización israelíes. Justo antes de que Netanyahu entrara en la cámara del Congreso, los 14 representantes posaron para una fotografía en la Casa de Huéspedes del estado de Diaoyutai, en Beijing. En su acuerdo, expresado en la Declaración de Beijing, se avanzó en el compromiso de trabajar juntos contra el genocidio y la ocupación y se reconoció que su falta de unidad sólo ha ayudado a Israel.

Charles Khoury (Líbano), Sin título, 2020.

Cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991, una serie de movimientos de liberación nacional, como los de Sudáfrica y Palestina, se vieron debilitados y obligados a hacer concesiones significativas para poner fin a los conflictos con sus colonizadores. Después de varios intentos fallidos, el régimen del apartheid sudafricano se unió al Foro de Negociación Multipartidista en abril de 1993, instancia donde las fuerzas de liberación hicieron concesiones (debilitadas por el asesinato del líder comunista Chris Hani ese mismo mes y por los ataques del grupo neonazi Afrikaner Weerstandsbeweging). El traspaso de poder negociado mediante la constitución provisional de noviembre de 1993 no desmanteló las estructuras del poder blanco en Sudáfrica. Mientras tanto, en 1993 y 1995, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptó los Acuerdos de Oslo, en los que la OLP reconoció el Estado de Israel y acordó construir un Estado de Palestina en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Edward Said calificó los Acuerdos de Oslo como un “Versalles palestino”, un juicio que pareció duro en su momento pero que, en retrospectiva, es acertado.

Zaina El Said (Jordania), Ersin, 2017.

Israel utilizó los Acuerdos de Oslo para presionar en su favor, principalmente construyendo asentamientos ilegales en territorio palestino y negando a lxs palestinxs el derecho de libre paso por los tres territorios no colindantes. En 1994, los principales grupos de la OLP crearon la Autoridad Nacional Palestina para unir a las facciones en el nuevo proyecto de Estado, pero los grupos que habían rechazado los Acuerdos de Oslo no querían gestionar la ocupación en nombre de Israel. En enero de 2006, Hamás obtuvo el bloque más numeroso en las elecciones legislativas palestinas, con 74 de los 132 escaños, y en junio de 2007 Al Fatah y Hamás rompieron relaciones y pusieron fin al intento de construir un nuevo proyecto nacional palestino posterior a Oslo.

En mayo de 2006, desde el interior de las duras prisiones israelíes, cinco palestinos que representaban a las cinco facciones principales redactaron el Documento de los Prisioneros: Abdel Khaleq al-Natsh (Hamás), Abdel Raheem Malluh (Frente Popular para la Liberación de Palestina), Bassam al-Saadi (Yihad Islámica), Marwan Barghouti (Al Fatah) y Mustafa Badarneh (Frente Democrático para la Liberación de Palestina). Estas cinco facciones incluyen dos agrupaciones de izquierda, dos islamistas y la principal plataforma de liberación nacional. El documento de 18 puntos instaba a los distintos grupos (incluidos Hamás y la Yihad Islámica) a reactivar la OLP como plataforma conjunta, aceptar a la Autoridad Palestina como “núcleo del futuro Estado” y conservar el derecho a resistir a la ocupación. En junio, todas las partes firmaron un segundo borrador del documento. A pesar de los intentos de crear unidad, incluso durante el asalto israelí a Gaza conocido como Operación Lluvias de Verano (de junio a noviembre de 2006), esta convergencia no fue posible. La animosidad entre las facciones palestinas se mantuvo.

Zhang Xiaogang (China), Blindfolded Dancer [Bailarina con los ojos vendados], 2016.

Esta falta de unidad ha proporcionado un amplio espacio para que la ocupación israelí se profundice y para que lxs palestinxs se debatan sin un proyecto político central. Numerosos intentos de reunir a los grupos políticos palestinos en un diálogo serio han fracasado, como en El Cairo en mayo de 2011 y octubre de 2017 y en Argel en octubre de 2022. El Gobierno chino colabora desde el año pasado con varios estados de la región para convocar a las 14 principales facciones palestinas a Beijing para mantener conversaciones de reconciliación. Estas facciones son:

1. Frente de Liberación Árabe
2. As-Sa’iqa
3. Frente Democrático para la Liberación de Palestina
4. Al Fatah
5. Hamás
6. Movimiento de la Yihad Islámica
7. Frente Árabe Palestino
8. Unión Democrática Palestina
9. Frente de Liberación Palestina
10. Iniciativa Nacional Palestina
11. Partido Popular Palestino
12. Frente de Lucha Popular Palestina
13. Frente Popular para la Liberación de Palestina
14. Frente Popular para la Liberación de Palestina (Comando General)

La Declaración de Beijing, reitera las formulaciones del Documento de los Prisioneros, que llamaba a la creación de un Estado palestino, a que se respetara el derecho de lxs palestinxs a resistir la ocupación, a que los grupos políticos palestinos formaran un «gobierno provisional de consenso nacional» y a fortalecer la OLP y sus instituciones para impulsar su papel en la lucha contra Israel. Aunque la declaración pide, por supuesto, un alto al fuego inmediato y el fin de la construcción de asentamientos en Jerusalén Este y Cisjordania, se centra principalmente en la unidad política.

Está por verse si este proceso mediado por China dará resultados cuando lxs palestinxs se sienten a negociar con los israelíes. No obstante, marca un avance en esta dirección y un posible punto de inflexión en el colapso de un proyecto palestino unificado que comenzó tras el acuerdo de Oslo II de 1995. La Declaración de Beijing es diametralmente opuesta a la vehemencia del discurso de Netanyahu en el Congreso estadounidense: este último genocida y peligroso, el primero busca la paz en un mundo complejo.

Halima Aziz (Palestina), Praying Palestinian Women [Mujeres palestinas rezando], 2023.

Fadwa Tuqan (1917-2003), una de las poetisas palestinas más maravillosas, escribió “El diluvio y el árbol”. La caída del árbol, abatido por el diluvio, no fue su fin, sino un nuevo comienzo.

El árbol se alzará.
El árbol se alzará, y sus ramas,
al sol, irán creciendo;
en risas verdeciendo, y en hojas,
cara al sol.
Y el pájaro vendrá,
no tiene más remedio que venir.
El pájaro vendrá.
El pájaro vendrá.

El asesinato del líder de Hamás Ismail Haniyeh (1962-2024) en Teherán (Irán) ha complicado profundamente la situación y dificultará el canto de los pájaros.

Cordialmente,

Vijay