El Anuario SIPRI indica que Irán —que no tiene armas nucleares ni ha señalado aspiraciones a tenerlas— “continúa implementando el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) de 2015”. El PAIC —también llamado “el acuerdo nuclear de Irán”— fue negociado por Irán, los cinco miembros permanentes de Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos), Alemania y la Unión Europea, y luego ratificado por las Naciones Unidas. En mayo, el gobierno estadounidense abandonó el acuerdo, que ponía restricciones al programa de energía nuclear de Irán. La retirada de EE.UU. desestabilizó la región, y el Boletín de Científicos Atómicos dijo que tanto la salida unilateral de EE.UU. del acuerdo con Irán como del INF son “pasos graves hacia un completo desmantelamiento del proceso global de control de armas”.
Aún así, el dedo que apunta a los culpables de la tensión en Asia Occidental parece dirigirse a Irán.
Nuestro dossier 19 del Instituto Tricontinental de Investigación Social (agosto 2019) ofrece una mirada a este conflicto desde una perspectiva iraní. Conversamos con Seyed Mohammad Marandi de la Universidad de Teherán, quien nos introdujo sucintamente a la situación dentro de Irán y la peligrosa guerra híbrida que se libra contra el país. Desde Teherán, Marandi dice que Irán no está aislado ni va a ser provocado para involucrarse en una guerra. Irán va a defender su soberanía y su derecho, pero lo hará de un modo sensato. Las sanciones unilaterales de EE.UU., dice, son ilegales; sin embargo, tienen un impacto solo debido a la hegemonía estadounidense sobre el sistema financiero y a la sumisión de los europeos. Todos los intentos europeos de salvar el PAIC, incluyendo el mecanismo INSTEX, han sido cautelosos (como indicó el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Mousavi). Estados Unidos ha estado presionando a las compañías navieras mediante la eliminación del registro de buques y la aplicación de controles aduaneros rigurosos a los barcos que vienen desde Irán. Una fuerza naval dirigida por EE.UU. en el estrecho de Ormuz está diseñada para aumentar la tensión.
Tales provocaciones, dice Marandi, son un signo de la debilidad de EE.UU., no de su fuerza. “Lo que evita que Estados Unidos ataque a Irán es definitivamente la fuerza interna de Irán”, dice, “y sus capacidades regionales, pero obviamente la estrecha relación de Irán con los rusos y chinos también fortalece el bando de Irán”. De estas “capacidades regionales”, Marandi debe tener en mente a Hezbolá, de Líbano. Hace algunas semanas, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, definió el plan de su partido en caso de que Irán sea atacado:
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