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Boletín de ArteNº 8

La creación es una actividad política y quien escribe es una persona politizada

Este boletín reflexiona sobre los aportes revolucionarios de la escritora china Ding Ling, mezclando literatura y política, y celebrando su impacto en los movimientos socialista y feminista de China.

Les invitamos a escuchar The White-Haired Girl,[La chica de pelo blanco], una canción compuesta para la ópera revolucionaria del mismo nombre de la época del Foro de Yan’an.

El 1 de octubre, la República Popular China celebró su 75o aniversario. El director de nuestro instituto, Vijay Prashad, y yo coescribimos un artículo que repasa estas décadas revolucionarias. Ding Ling (1904-1986) fue escritora, feminista y una de las innumerables comunistas que contribuyeron a la Revolución China, especialmente en la batalla de ideas. Este boletín de arte, que fue publicado originalmente como un artículo en People’s Dispatch y traducido por Capire, repasa su vida y obra en el 120o  aniversario de su nacimiento.

Ding Ling in 1979

Ding Ling en 1979.

Si la China del siglo XX fue un siglo de revoluciones, la legendaria escritora china Ding Ling fue forjada por ellas. El 12 de octubre de 1904 nacía Ding Ling (seudónimo de Jiang Bingzhi), en una familia acomodada en Linli, en la provincia de Hunan, al final de la dinastía Qing. Su origen relativamente próspero le permitió ir a la escuela donde comenzó su politización. En la Segunda Escuela Secundaria Femenina de Hunan entró en contacto con el antiimperialismo y el despertar nacional del Movimiento del Cuatro de Mayo. Más tarde, en Shanghái, fue a la Escuela Popular para Muchachas dirigida por el joven Partido Comunista de China (PCCh), que se había formado un año antes en 1921.

En la década de 1920, Ding Ling, rodeada de escritores comunistas como Qu Qiubai comenzó su carrera literaria. Publicó en 1928 Diario de la señorita Sophie, una de sus obras más célebres. Este cuento presenta una inusual y provocativa mirada a la vida interior de una mujer urbana moderna en China, centrándose en sus luchas personales, aventuras románticas y deseos sexuales. En esa época, muchxs escritorxs del New Culture Movement [Movimiento Nueva Cultura] recurrieron a las estructuras sociales y políticas occidentales para trazar un camino de liberación de la nación china de las garras del imperialismo y el atraso económico. La liberación nacional estaba también estrechamente ligada con la liberación de las mujeres chinas. Sofía, en la búsqueda de sus libertades individuales, representaba una ruptura con las tradiciones familiares feudales y patriarcales de la Vieja China, pero estaba lejos de ser la mujer liberada imaginada en la Nueva China socialista.

Cada período histórico exige su propio tipo de protagonistas y su propio tipo de escritorxs. Ding Ling fue una de esas escritoras que siguió reinventándose y, al mismo tiempo, enfrentando los retos de la sociedad. Dos décadas más tarde, al recordar su personaje Sophie, Ding Ling reconoció que, con las transformaciones fundamentales del proceso revolucionario, “el mundo espiritual de las personas también se ha transformado fundamentalmente” y los personajes que ella conocía, como Sophie, ya habían sido superadas. Era necesario “escribir sobre personas completamente nuevas”. Cómo escribir sobre estas personas, y cómo hacerlo bien, no sería un camino sencillo.

Cover of Miss Sophie’s Diary and the last photograph taken of Ding Ling with Hu Yepin and their newborn son, 1930

Portada de Diario de la señorita Sophie y la última fotografía tomada a Ding Ling con Hu Yepin y su hijo recién nacido, 1930.

A principios de la década de 1930, ya convertida en una destacada autora de izquierda, se sumergió en la política, pero este fue un período oscuro, tanto política como personalmente. En 1930, Hu Yepin, su marido y también escritor, fue arrestado y asesinado, el mismo año en que el hijo de ellos nació. En 1931, la propia Ding Ling fue arrestada y pasó más de dos años bajo custodia de los Nacionalistas. Aun así, se unió al PCCh y asumió la tarea de editar la revista de la Liga de Escritores de Izquierda. En noviembre de 1936, después de la histórica Gran Marcha que estableció una nueva base comunista en Yan’an, Ding Ling llegó al norte de Shaanxi y pidió directamente a Mao Zedong unirse al Ejército Rojo.

En enero de 1937, Ding Ling llegó a Yan’an, entre los aproximadamente 40.000 intelectuales que se desplazaron hacia allí hasta 1943. Muchxs de estos intelectuales abandonaron sus comodidades urbanas para recorrer cientos o incluso miles de kilómetros en medio del viento, la arena, la lluvia y la nieve. Cada una de estas personas, sin embargo, también aportó sus propias ideas sobre la dirección que debería tomar el trabajo creativo para la causa comunista. Ding Ling, como editora del periódico del Partido, JiefangRibao [Diario de la Liberación], estaba entre un grupo de autorxs que criticaban lo que percibían como una falta de independencia artística y como restricciones impuestas por el Partido a la producción artística. ¿El papel del arte y la literatura sería “alabar lo luminoso” (glorificar los logros del Partido y del pueblo) o “exponer la oscuridad” y señalar los problemas de la sociedad china y del movimiento comunista?

Yan’an Forum on Literature and Art, 1942

Foro de Literatura y Arte de Yan’an, 1942.

En mayo de 1942, se realizó el Foro de Literatura y Arte de Yan’an, que duró tres semanas, para elucidar esta relación fundamental entre el trabajo cultural y político. Ante una audiencia de más de 100 de los más importantes escritores, artistas, líderes del Partido y generales militares del país, Mao Zedong planteó cinco “problemas” artísticos y literarios que deberían abordarse: posición, actitud, público, trabajo y estudio. Mao argumentó que lxs trabajadorxs de la cultura deberían adoptar “una posición de clase” firme junto al pueblo, en la que lxs artistas también se vieran a sí mismos como trabajadorxs en lucha. Para ello, los intelectuales necesitarían pasar por su propia “remodelación” de una clase a otra. Mientras tanto, la forma y el contenido de las obras culturales también tendrían que pasar por un proceso de reinvención.

Así como las formas tradicionales de cultura recibieron un nuevo contenido revolucionario, los “viejos frascos” de intelectuales tradicionales se transformaban en “nuevxs” intelectuales que servían al pueblo. Pocos escritores encarnaron mejor este proceso que Ding Ling. Cuando dejó la cosmopolita Shanghái para ir a los polvorientos campos de Yan’an, Ding Ling ya era una autora consagrada y célebre. Sin embargo, al llegar a Yan’an, le resultó difícil escribir descripciones auténticas de la vida campesina, que aún no conocía en ese momento, y superar sus propios prejuicios, el individualismo y la distancia con relación al pueblo.

En sus reflexiones ella afirmó: “Pensé mucho en esto, pero es muy difícil escribir. No puedo presentar los ideales del pueblo como demasiado elevados, tan elevados que ya no se parezcan a los de un campesino. Pero tampoco puedo describirlos como demasiado pequeños; si no, ¿cómo podrían inspirar a la gente? Las dificultades que tuvieron Ding y otrxs autorxs para retratar a las personas campesinas en el contexto de la lucha de clases no se debía sólo a sus defectos, sino también a las condiciones históricas, que aún no habían creado una conciencia revolucionaria y niveles de alfabetización entre el pueblo. Los cuentos y novelas de Ding Ling son un testimonio de este proceso dialéctico y transformador y de los años de desaprender y reaprender para integrarse intelectual y políticamente en las masas, lo que a su vez profundiza la conciencia de clase.

Ding Ling in Yan’an in the late 1930s and the comic book version of The Sun Shines over the Sanggan River

Ding Ling en Yan’an a finales de los años 30 y la versión en cómic de El sol brilla sobre el río Sanggan.

El camino recorrido por Ding Ling refleja el proceso de “integración” popular que Mao identificó en su discurso de clausura en el Foro de Yan’an: “Los intelectuales que quieran integrarse con las masas, que quieran servir a las masas, deben pasar por un proceso en el que ellos y las masas lleguen a conocerse bien”. Después de años de vivir y trabajar con mujeres, campesinos, trabajadores, veteranos y cuadros en algunos de los pueblos rurales más aislados de China, Ding Ling escribió en 1948 su primera aclamada novela sobre la reforma agraria, El sol brilla sobre el río Sanggan.

La fundación de la República Popular China marcó una nueva era en la vida de Ding Ling, como escritora y cuadro político. La literatura y, sobre todo, “la nueva literatura popular” jugaron un papel central en la construcción del nuevo Estado popular. A nivel internacional, los intercambios cultural y literario se volvieron centrales en la estrategia de “diplomacia popular” para superar las sanciones diplomáticas y económicas impuestas contra el nuevo país comunista. En su rol de vicepresidenta de la Asociación de Escritores Chinos, Ding Ling recibía frecuentemente a autores internacionales que visitaban el país, como Jorge Amado y su esposa, la escritora Zélia Gattai, entre otros.

En su primer viaje, en 1952, convenció a Amado para publicar El sol brilla en Brasil a su regreso al país. En sus memorias, Gattai recuerda: “De este viaje alegre y fructífero, nosotros y nuestros compañeros regresamos con el corazón ligero y lleno de esperanza. Visualizamos un futuro de paz y prosperidad para China, un ejemplo de lo que debería ser el socialismo, pasando de las teorías y el papel a la práctica y la realidad”.

Su segunda visita, en 1957, junto con el poeta chileno Pablo Neruda y su esposa, Matilde Urrutia, tuvo lugar en vísperas de la campaña antiderechista, y Ding Ling estaba entre lxs autorxs más conocidxs que fueron tildadxs de contrarrevolucionarixs de derecha. En sus memorias, Navegación de cabotaje, Jorge Amado describe una conversación con Ding Ling en ese viaje: “Cuando le conté las dudas que me aplastaban el corazón, me contestó: ¿dudas solo porque ves errores o injusticias? Ding Ling no dudaba. ¿O no admitió que dudaba? Me dijo: si piso el barro, me limpio los pies y sigo adelante”.

Jorge Amado, Zélia Gattai, Pablo Neruda, and Matilde Urrutia being received by Ding Ling and other Chinese writers in Beijing, 1957

Jorge Amado, Zélia Gattai, Pablo Neruda y Matilde Urrutia recibidos por Ding Ling y otrxs escritorxs chinos en Pekín, 1957

Como muchxs intelectuales, Ding Ling de hecho sufrió bastante durante la tumultuosa década de la Revolución Cultural (1966-1976). Fue enviada al campo, y aislada de su labor literaria y de los intercambios internacionales. Sin embargo, terminó logrando encontrar una manera de “limpiarse los pies y seguir adelante”. Un año después de ser rehabilitada en 1979, Ding dijo: “Fue duro y sufrí, pero también gané mucho… No puedo escribir sobre generales, porque no tengo ese tipo de experiencia. Pero puedo escribir sobre campesinos, sobre trabajadoros, sobre personas comunes, porque las conozco bien”.

El turbulento siglo XX cuenta muchas historias. Es una historia de despertar y resistencia, de sufrimiento y reveses, de transformación personal y compromiso político. Es una historia de superación y cambio. La vida y obra de Ding Ling son testimonio de todo esto. Como una sociedad estaba siendo radicalmente transformada, los cambios en las relaciones de producción exigían un cambio de conciencia, lo que a su vez requería una nueva cultura socialista. Esta tarea era ardua, las transformaciones eran muchas y muy complejas, pero Ding Ling siguió asumiendo la tarea de intentar producir nueva literatura para, por y en nombre del pueblo. En un discurso de 1980 señaló: “La creación es en sí misma una acción política, y una escritora es una persona politizada”, afirmando su continuo compromiso como escritora y como revolucionaria hasta el final de su vida. Falleció en Beijing en 1986 a los 81 años.

En otras noticias…

Sankara poster

El poster de este mes del Día de los Libros Rojos, de Abhinav ((Young Socialist Artists/Instituto Tricontinental de Investigación Social) está inspirado en Thomas Sankara Speaks: The Burkina Faso Revolution 1983–1987 [Habla Thomas Sankara: La Revolución de Burkina Faso 1983-1987], publicado por Inkani Books. A comienzos de este mes Young Socialist Artists, junto con estudiantes de bellas artes de la Universidad de Andhra Pradesh, organizaron la Exposición de Arte Solidario con Palestina en India.

“Debemos luchar contra el imperialismo y todo lo relacionado con él”, dijo Sankara dos años antes de su asesinato, hace 37 años este mes. Añadió: “Desde el punto de vista del imperialismo, es más importante dominarnos culturalmente que militarmente. La dominación cultural es más flexible, más eficaz, menos costosa”. Por esta razón la cultura, como hemos aprendido de China a Burkina Faso, de la India a Palestina, ha sido, y continúa siendo, uno de los pilares y armas fundamentales en la lucha por la liberación nacional y la emancipación humana.

Cordialmente,

Tings Chak
Directora de Arte del Instituto Tricontinental de Investigación Social