Derribando muros. Migraciones, políticas y luchas migrantes en América
La cuestión migratoria es una de las problemáticas centrales por las que atraviesan el continente americano y sus pueblos. En particular, en las últimas dos décadas la dinámica migratoria se ha complejizado e intensificado en la región. Los países son emisores, receptores y espacio de tránsito de flujos de personas migrantes que se ven forzadas a desplazarse hacia territorios transfronterizos escapando de las crisis —sociales, económicas y/o políticas— que las golpean buscando mejorar sus condiciones de vida. Contrariamente a esto, las políticas antimigratorias ponen en jaque estas vidas, construyendo la imagen de los migrantes como sujetos “ilegales”, criminalizando y estigmatizándolos, haciendo de la crisis migratoria una crisis humanitaria de escala global.
Recientemente la problemática migratoria cobró resonancia pública con el asesinato de 53 migrantes que aparecieron muertos en un camión en Texas, Estados Unidos. Esta tragedia llamó la atención de los medios de comunicación por haber sucedido en territorio estadounidense, pero no es un hecho aislado. Todos los días personas de distintas nacionalidades mueren a raíz de las severas condiciones por las que deben atravesar para desplazarse de un país a otro. Mueren ahogados intentando atravesar profundos ríos o, como el caso mencionado, mueren asfixiados por el calor y la falta de hidratación en camiones o vehículos vinculados a grupos criminales que hacen negocio con el tráfico de migrantes. La pérdida de estas vidas es resultado de la dinámica predatoria y tanatológica del capitalismo y del endurecimiento de las políticas migratorias de los países que, al tiempo que producen miles de refugiados en las fronteras y ciudades aledañas, ponen en peligro la vida de cientos de migrantes.
Neoliberalismo y migraciones: la crisis permanente
A medida que el modo de producción capitalista fue avanzando, se incrementaron las restricciones a la movilidad humana a nivel mundial. Los pasaportes, los visados, los permisos de trabajo, los controles biométricos, los muros fronterizos y la militarización de las fronteras han ido en aumento. Luego de las crisis capitalistas, sobre todo desde la de 1973 a esta parte, se han deteriorado las condiciones materiales de vida de las poblaciones del Sur Global y ensanchado la desigualdad entre los países denominados “centrales” y “periféricos”. Como consecuencia de esto, las migraciones forzadas han ido en aumento y los Estados, particularmente del Norte, han puesto especial foco en el control de los flujos migratorios. Las políticas restrictivas en esta materia tienen el objetivo de hacer de los y las inmigrantes fuerza de trabajo precarizada, segmentando el mercado laboral (entre documentados e indocumentados), para que las empresas reduzcan el “costo” laboral y mejoren sus ganancias.
La crisis del capitalismo financiero, manifestada en los años 2007-2008, ha ido mermando el poder de actuación de los Estados nacionales en la región. Los problemas económicos se agudizaron y las clases dominantes nacionales y el gran capital internacional impusieron sus proyectos políticos —derrocando o derrotando a una serie de gobiernos elegidos democráticamente en América Latina— y económicos —dando continuidad a la privatización y a la mercantilización de bienes y servicios básicos—. Quienes más sufrieron este avance son las y los excluidos: negros, indígenas, mujeres, campesinos, migrantes. Estos últimos llegan a nuevos países y tienen que enfrentar prejuicios, xenofobia, transformados en chivos expiatorios de los problemas económicos y sociales.
Esta crisis ha modificado las modalidades de los tránsitos migratorios Sur-Sur y Sur-Norte del continente e hizo que se crearan nuevas legislaciones, que atentan contra la vida de los y las migrantes. Hace más de cinco años, sobre todo en algunos países sudamericanos, la política migratoria estaba orientada hacia una agenda aperturista, entendiendo a la migración como derecho de las personas a la movilidad humana enfocada desde una perspectiva de los derechos humanos. Desde los años 2015 y 2016 este paradigma cambió y se implementaron políticas restrictivas, en su mayoría alineadas a la agenda de los países del Norte Global de carácter antimigrante.
¿Por qué un cuaderno sobre migraciones?
En los informes de coyuntura realizados por el Observatorio de América Latina y el Caribe (OBSAL), del Instituto Tricontinental, durante el 2021 y el primer semestre de 2022, analizamos la crisis migratoria agudizada por las consecuencias de la pandemia del COVID-19. Entre las principales tendencias de las migraciones latinoamericanas y caribeñas encontramos la feminización de las migraciones y la mayor presencia de menores no acompañados. Los mayores flujos migratorios se dan en los pasos fronterizos mesoamericanos que tienen como destino la frontera entre México y Estados Unidos, y la región del Darién —frontera entre Panamá y Colombia—. La agenda migratoria de los países de la región y las tensiones, imposiciones y conflictos resultantes de las políticas intervencionistas de EE. UU. han sido otros dos factores enfatizados en los análisis. Además, observamos los procesos de resistencia y luchas migrantes concretas que se desencadenan como modo contestatario a la lógica securitaria imperante.
En este sentido, las migraciones son una de las formas en que se expresa la dependencia en América Latina y el Caribe. Su estudio ayuda a comprender la realidad concreta de la región, funcionando como instrumento de transformación y liberación de los pueblos latinoamericanos. Así, la cuestión migratoria es uno de los debates urgentes y necesarios en Nuestra América, pero cobra además una dimensión global que atraviesa a todos los continentes. Es por esto que llevamos a cabo este segundo cuaderno de la colección Debates estratégicos de Nuestra América, realizado entre el Instituto Tricontinental y el Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos —Argos—, donde buscamos analizar y reflexionar sobre las modalidades que adoptan las migraciones actuales, sus causas estructurales y coyunturales, los procesos de organización y resistencia migrante y las respuestas de los Estados ante esta problemática.
Esta segunda edición está estructurada de la siguiente forma: el primer texto es de Ana Gabriela Salazar, quien indaga la relación entre capitalismo y migraciones; en este mismo sentido, Laura Capote y Carlos Mauricio Ferolla, posteriormente, analizan las políticas antimigratorias e imperialistas de los países del Norte —en particular Europa y Estados Unidos— y cómo afectan a los países del Sur Global y las personas que emigran forzosamente de estos Estados. Como señalamos, una de las principales tendencias de los procesos migratorios contemporáneos, la feminización de las migraciones, es desarrollada en el artículo de Leticia Garziglia, quien además da cuenta de los nuevos enfoques en los estudios sobre migraciones desde la perspectiva de género e interseccionalidad. Daymar Martes, a su vez, analiza los principales flujos migratorios que se dirigen hacia el norte y sur del continente americano. Las migraciones haitianas, colombianas y venezolanas son puestas bajo la lupa, de modo crítico, reconociendo sus principales causas y consecuencias.
El fenómeno de las caravanas migrantes, de gran impacto político y mediático en la actualidad, es trabajado en el artículo de Adrienne Pine, quien establece un análisis crítico de la política migratoria estadounidense y sus consecuencias para los países del denominado “Triángulo Norte” —El Salvador, Guatemala y Honduras—, y las formas de resistencia organizada de las personas migrantes para hacer frente a las políticas securitarias impuestas por la Casa Blanca. Por último, en la sección “Un botón de muestra”, Fernando Vicente Pietro entrevista a Iber Mamani, quien da testimonio sobre el proceso de resistencia y lucha de las comunidades migrantes que viven en Argentina ante el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/17 del gobierno de Mauricio Macri, como también del proceso de organización en el marco del Movimiento de Trabajadores Excluidos-MTE. Además, el cuaderno cuenta con un mapa actualizado de los principales flujos migratorios en América.
Marcelo Alvarez de Lima Depieri
Postdoctorando en Ciencias Sociales en PUC-SP; profesor titular de Economía en UNIP e integrante del OBSAL (Instituto Tricontinental)
Carlos Mauricio Ferolla
Militante del Frente Patria Grande; estudiante avanzado Lic. en Ciencia Política (UNR) e integrante del OBSAL (Instituto Tricontinental)
José Seoane
Investigador del Grupo de Estudios sobre América Latina y el Caribe del IEALC (UBA) e integrante del OBSAL (Instituto Tricontinental)
Mapa de los principales flujos migratorios en América Latina y el Caribe
índice
Capitalismo y migraciones por Ana Gabriela Salazar
La doble cara de las políticas migratorias del Norte hacia el Sur Global por Laura Capote y Carlos Mauricio Ferolla
“Cruzar la frontera y ponerse un pantalón”: mujeres migrantes en América Latina y el Caribe por Leticia Garziglia
Caravanas. Sobre las causas fundamentales de la migración centroamericana por Adrienne Pine
Migración en América Latina y el Caribe: Haití, Colombia y Venezuela por Daymar Martes
Un botón de muestra. La lucha contra el Decreto 70/17 en Argentina. Entrevista a Iber Mamani, por Fernando Vicente Prieto
Reflexiones finales por el Observatorio de América Latina y el Caribe